Kiran Bhat (USA/Spain) is an Indian-American novelist, short-story writer, educator, traveller and a polyglot of twelve languages. Bhat's writings and post-national literary projects are some of the most promising of a writer.
English
Spanish
1990
solitude
darkness
sudden light
Amma’s groan
cold and engulfing hands
afterwards
de-contextualization
dis-orientation
life
why was I given life?
I could only cough out as words,
but in my eyes,
brimmed that question.
1995
I didn’t have many children growing up.
I spent most of my time at the Montessori school alone.
there was a sink in the front of the room,
where the girls were expected to wash plastic forks and plates
I took one of them and tried to clean it up.
“What are you doing?”
asked one of the teachers.
“I want to clean the plate.”
Hah-hah-hah.
“You’re a boy.
You’re not supposed to learn how to do that.”
she threw me out to play with the other children
but I didn’t have any friends at that age, outside.
I didn’t know what I was supposed to do, outside.
I felt alone, outside.
I didn’t feel like myself.
a wooden table,
covered here or there with a fallen maple.
I sat there,
ate my yogurt alone,
and waited for my parents to pick me up.
1997
one day I went to the house of some neighbors,
and they taught me how to tie my shoes.
I previously wore shoes with velcro straps.
I was so excited that I could tie my shoes,
I told all of my classmates.
they were excited for me, too.
a few hours later
we were in line
going towards classmate
and that redheaded teacher, again, came up to me,
to say:
“Kiran, Michael told me you’ve learnt to tie your shoes.
Is that true?”
“Yes,” I said, beaming.
She took me out of the line,
and told all of the classmates,
“Class, it looks like Kiran finally learnt to tie his shoes.”
Applause, exclamations,
and then
she took one of the other kids from the class,
untied his shoes, and asked me,
“Kiran, can you show the class how to tie shoes?”
“Umm… umm…”
“Come on, Kiran, let us see.”
she put me in front of this boy
and I stood there for some time,
and started to try.
the other children were looking at me.
I couldn’t do it.
no matter how much I tried,
I couldn’t.
the teacher put me back in line and said,
“Kiran, don’t lie in front of the class like this.
You’ve said you could tie your shoes before.
You couldn’t do it then
You can’t do it now.”
“Sorry, teacher,” I said.
up to this day
I still don’t know
who was telling the truth
and who was telling the lie.
1990
La soledad
la oscuridad,
luz efímera,
los gruñidos de mi madre,
manos enguantadas y frioleras
y después,
el deambular,
la desorientación,
la vida,
¿por qué el universo me dio la vida?
Yo tosía mis palabras,
pero dentro de mis ojos
cintilaba esa misma pregunta.
1995
En el jardín de infancia,
yo no tenía muchos amigos,
pasaba mi tiempo solo
o hablando con los maestros.
Había un lavabo en el fondo del cuarto,
y platos y cubiertos de plástico,
niñas aprendiendo a lavar.
Yo cogí uno de ellos
y lo rocié con agua.
«¿Qué haces?» me preguntó la maestra.
«Estoy lavando el plato».
Ja, ja, ja.
«Eres un chico.
Tú no deberías estar aprendiendo esto».
Y me tiró para jugar, afuera.
Pero yo no tenía amigos afuera.
Yo no sabía lo que podía hacer afuera.
Yo me sentí ansioso y solo afuera.
Una mesa de madera,
los robles de arriba sin hojas,
sus ramas retorciendo,
yo, debajo de ellos,
sentado a la mesa,
comiendo una lata de yogur,
ningún otro niño a mi lado.
1997
Un día,
fui a la casa de algunos vecinos,
y aprendí a atar mis zapatos.
Antes, yo utilizaba zapatos de velcro.
Yo era muy animado en decirlo a todos mis condiscípulos,
ellos también muy orgullosos por mí.
Algunas horas después
estábamos en fila,
yendo desde el campo hasta la clase,
y esa maestra, la pellirroja,
no me acuerdo si era así siempre,
porque yo pienso que dentro del alma
de cualquier maestro
hay una parte de sí que quiere aprovechar en cualquier momento para enseñar a los niños,
y tal vez ese fue uno de ellos o no.
Sin embargo, me dijo:
«Kiran, Michael me dijo que has aprendido a atar tus zapatos».
«¡Sí!», yo dije, con risa.
Ella me tiró de la fila, y dijo a toda la clase:
«Chicos, Kiran ha aprendido a atar sus zapatos». Aplauso, aclamaciones, y después,
ella tiró a un chico blanco de la fila, desató sus zapatos y me preguntó:
«Kiran, muestra a la clase que puedes atar los zapatos». «Pero... pero…».
«¡Kiran, muéstralo!».
Me arrodillé ante este chico
e intenté atar sus zapatos.
Los otros chicos mirándome,
yo ni siquiera era capaz de atar un nudo.
No pude.
No importa cuánto lo intenté. No pude.
La maestra me puso en la fila de nuevo.
«Kiran, ¿por qué mientes enfrente de la clase? No sabes atar los zapatos».
Yo dije que sí que podía hacerlo, sabía que podía hacerlo, sí.
Pero hasta hoy día,
no sé quién sabía más, la verdad
Translated from English by the poet